martes, 29 de abril de 2008

Beatificación de la Madre Candelaria

El pasado domingo 27 de abril Venezuela celebro con jubilo y gran alegría la beatificación de la segunda beata venezolana, la Madre Candelaria de San José, lo significativo de este acto es fue la primera beatificación que se realiza en suelo venezolano, ya que nuestra primera beata la Madre María de San José fue elevada a los altares en Roma por el Papa Juan Pablo II siervo de dios en 1995.

Desde muy temprano en las inmediaciones del Estadio del béisbol de la UCV se fueron congregando fieles para presenciar con fe y devoción este acto tan importante para todos los católicos de nuestro país, venían de todas partes de Venezuela; el grupo más grande fue el de los peregrinos de Altagracia de Orituco pueblo donde nació la madre candelaria.

A las 7:30 a.m. se abrieron las puertas del tan importante recinto que en otras fechas a sido testigo de importantes eventos deportivos y que ese día vestía sus mejores galas y se convertía en la Catedral de Venezuela para elevar a los altares a esta insigne venezolana que dedico su vida al servicio de los demás.

La jornada comenzó con grupos de distintas regiones que quisieron ofrecer un sentido homenaje a la Madre candelaria nos encontramos con un ambiente festivo y sobre todo muy emocionante cada q se acercaba más el inicio de la santa misa.

A las 11:00 en punto se inició la procesión de los señores obispos hacia el centro del campo donde estaba colocada una gran tarima y en este se encontraba un hermoso altar decorada con muchas flores, la eucaristía fue presidida por el Señor Cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación de los Santos quien vino desde Roma como legado especial del Papa Benedicto XVI.

Conocida como la “sierva de los enfermos”, la Madre Candelaria dio el segundo paso en su camino a la santidad ante más de 30 mil personas, que presenciaron la lectura del decreto del Vaticano ratificándola como beata.

También se abrieron las puertas del adyacente campo de fútbol de la Universidad Central de Venezuela donde se calcula que otras 20.000 personas siguieron la ceremonia a través de pantallas de televisión.


El Cardenal y Arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, fue en encargado de las palabras de salutación y expresó su alegría y complacencia de que el Cardenal José Saraiva, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, presida la celebración.

Para Urosa la Madre Candelaria es "un ejemplo de vida" y la definió como "heroína de al fe, de la esperanza y de la caridad cristiana".
"Ella nos indica que el camino de Jesucristo es el de la entrega y del amor. La existencia de Madre Candelaria fue fecunda en provecho del pueblo venezolano. Esto es ejemplo de lo que la Iglesia hace día a día. Ejemplo de la fe sobre la incredulidad".

"La iglesia de Venezuela ratifica su amor y su comunión con el Santo adre Benedicto XVII".

Urosa recordó que pidió al Papa inscribir a la Madre Candelaria., virgen fundadora de las hermanas Carmelitas venezolanas, como beata.

El Cardenal José Saraiva dijo en el acto de beatificación que la Madre Candelaria era ejemplo verdadero del arte de consolar. "La madre nos propone una verdadera y propia teología del consuelo"
Señaló que su vida estuvo llena de gestos y llena de constante oración.

"Llama la atención en los testimonios recogidos (que la llevaron a ser beate) como el amor a Dios está íntimamente unido a la caridad ante el prójimo".

Detalló que desde muy joven la madre se dedicó al servicio de los demás, al cuidado de los enfermos y a la catequesis de jóvenes y adultos.

"No lamentó jamás las personas que le hacían difícil su vida de servicio. Prefería atender a las personas más contagiosas o a los enemigos de la fe (…) La beata candelaria nos acompaña y nos invita a ocuparnos de los enfermos".

La Madre Candelaria de San José, llamada 'sierva de los enfermos', fue una monja poco conocida para los venezolanos hasta que el 6 de julio de 2007 el Papa Benedicto XVI autorizó su beatificación.

Bautizada con el nombre de Susana Paz Castillo Ramírez, la Madre Candelaria nació el 11 de agosto de 1863 en Altagracia de Orituco, localidad del estado central de Guárico, en el seno de una familia cristiana y murió el 31 de enero de 1940, a los 77 años.

El milagro que hizo posible la beatificación de la Madre Candelaria ocurrió en 1995 en Altagracia de Orituco, su población natal, cuando una niña que los médicos habían declarado clínicamente muerta nació viva.

De acuerdo a la versión oficial, la parturienta, orientada por una monja de la Congregación de la Madre Candelaria, rezó toda la noche a la fundadora de la orden, tras lo que dio a luz a la mañana siguiente, ante el asombro de los médicos, a una niña que le puso por nombre Milagros Candelaria.

La nueva beata hizo del servicio a enfermos y heridos la principal pasión de su apostolado en su lugar de nacimiento, Altagracia de Orituco en 1863, y aun cuando murió en Cumaná en 1940, sus restos reposan hoy en día en el Coro Bajo de la Capilla de la Casa Central de la Congregación de las Carmelitas en La Campiña, Caracas, a donde fueron trasladados en el año 1965.

"Concedemos" que Madre Candelaria, fundadora de las Hermanas Carmelitas de Venezuela "sea llamada beata de ahora en adelante", dijo hacia las 11.21 hora local el cardenal portugués José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, al proclamar la beatificación de la santa venezolana en representación del Papa Benedicto XVI.

Tras la proclamación, en uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, se descubrió en el estadio un gigante retrato de la religiosa que se convirtió desde este sábado en la segunda beata venezolana y cuya fiesta se celebrará el 1 de febrero de cada año.

Centenares de globos amarillos y blancos fueron lanzados al aire, mientras sonaba el himno del Vaticano, y la multitud prorrumpió en una larga ovación y lanzó vivas a la beata.














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